jueves, 13 de octubre de 2022

DINÁMICA DE TEAM BUILDING PARA CREAR LAZOS COMUNITARIOS

DINÁMICA DE TEAM BUILDING PARA CREAR LAZOS COMUNITARIOS

El objetivo: consolidar el proceso participativo de Esta es una Plaza en el imaginario colectivo

Asamblea de Esta es Una Plaza

En Esta es una Plaza entendemos el espacio público como parte de un espacio colectivo más amplio: aquel que es generado, transformado y habitado por lo colectivo. La idea de poder intervenir mediante la toma de decisiones en la construcción y transformación del propio hábitat está fuertemente vinculada al concepto que el habitante/usuario de la ciudad se sitúe en el lugar que le corresponde, en el centro de la acción y decisión.

« No habitamos porque hemos construido, sino que construimos y hemos construido en la medida en que habitamos, es decir, en cuanto que somos los que habitan.»

— Martin Heidegger. Construir, habitar, pensar

Con el fin de propagar y experimentar esta idea a gran escala, hemos creado una dinámica para fortalecer tejido social (nunca mejor dicho): un toldo de ganchillo, para el taller de bicicletas, conformado por unos cuadraditos de ganchillo tejidos con hilos de plástico, recuperados del excedente de bolsas que todos teníamos en casa.

Patrón del cuadradito de ganchillo

Durante todo el mes de abril, incansablemente, hemos estado enseñando a cada persona que se acercaba, a tejer su pieza para integrarla en el manto multicolor.

Aprendiendo a tejer juntos

Es parte del proyecto Esta es una Plaza la construcción de un tejido social impulsor de nuevas relaciones entre los participantes que permita el intercambio (de conocimientos, puntos de vista, informaciones, métodos de trabajo, etc.), a través del cual sea posible consolidar la idea de un grupo con fuerza para promover cambios a favor de objetivos comunes.

Día de la visita de las Tejedoras del Movimiento Manuela Ramos de el Perú para participar en nuestro Toldo

Este tipo de dinámica team building tiende a crear las condiciones y a saber conjugar los siguientes valores:

  • Querer participar: fomentar el sentido de pertenencia, identidad y afecto para motivar a las personas a incorporarse al proceso.
  • Poder participar: crear foros donde se pueda construir, tomar decisiones y gestionarlas. Estos foros pueden tomar diferentes formas: asambleas, jornadas de debate, espacios informales de discusión, etc.
  • Saber participar: trabajar la formación y el intercambio de saberes, para provocar saltos de lo individual a lo colectivo.

Tras nuestra larga trayectoria sabemos que es imprescindible dinamizar sesiones de trabajo colaborativo como herramienta de cohesión de lo colectivo. No basta con querer participar. Encontrar su lugar dentro de la participación es lo que logrará su realización.

Este tipo de dinámicas fortalecen:

  • La confianza individual y colectiva del equipo. En el primer caso, debido a que cuando una persona cuenta sus ideas y se siente escuchado, su confianza personal aumenta. Y, en segundo lugar, compartir historias personales refuerza la confianza entre los diferentes miembros del equipo.
  • La empatía, a través de la escucha activa de cada miembro del equipo, cuando cada componente cuenta su parecer.
  • Y, por último, la comunicación se hace más fluida y transparente, al aumentar el número de conversaciones que afectan a la vida y crean confianza.

Un mes de proceso muy intenso que deja como beneficio haber creado una cantidad de momentos inolvidables, con encuentros y situaciones muy esperanzadoras, en una actividad multicolor, multigeneracional, multicultural y sin género específico… Además de una buena sombra para el verano… : )

— Articulo escrito por Marie Obelleiro —