Hemos intentado en los últimos años que los fumadores pudieran convivir con los no fumadores en nuestro jardín comunitario.
Ensayamos habilitando distintas zonas donde poder fumar sin apalancarse, donde los humos no molestasen a los más pequeños ni a las personas no fumadoras pero no lo hemos conseguido.
Ante los problemas que nos sigue generando una zona de fumadores que cada vez se va comiendo más espacio al jardín, en la que sus usuarios dejan sus colillas y restos de basura, y que es concebida por muchos como una zona para apalancarse y fumar como si no hubiese un mañana, a la que se van añadiendo gadgets como móviles a todo trapo emitiendo música, hemos decidido en asamblea que la plaza vuelva a ser un espacio libre de humos, vamos, que no se puede fumar.
Así se trató este punto en la última asamblea del 15 de septiembre:
ZONA DE FUMADORES
"Algunas usuarias de la Plaza comentaron cómo en Agosto se fue de nuevo de las manos con los humos, algunas personas piensan que sólo fueron 2 semanas de agosto que no suelen repetirse en intensidad.
Más que hablar de los posibles negocios oscuros alrededor de la zona, se habló sobre todo de las consecuencias que tiene para la Plaza el que para muchas personas, que no suelen ir a las asambleas a conocer y defender sus derechos, sea un espacio opaco a los agentes del orden.
El espacio que se propuso para fumadores, la zona de la petanca, que tampoco tiene unos límites claros, ha resultado ser una zona de atracción de bancos móviles y mesas, que acaban ahí cuando sus usuarias se marchan, y de manera que el espacio se ha ido ampliando poco a poco.
Una usuaria, madre y fumadora, se preguntaba cómo se había decidido un espacio así tan cerca de la puerta. Se advirtió que en la Plaza seguimos experimentando con los cambios del comportamiento humano respecto a las normas que consensuamos.
Las colillas resultantes siguen siendo un problema. Se comentó el poco respeto que algunos jóvenes que se sientan en la zona habilitada para fumar, muestran cuando se les increpa sobre el excesivo volumen con el que emiten sus reproductores de música. “No se puede hablar con personas que están ‘colocados’”.
Un usuario comentó que a veces se encuentran la Plaza cerrada y dudan al abrirla, por el trabajo extra que supone tener que pasarse tanto tiempo llamando la atención y discutiendo con personas que no respetan las normas del colectivo. “Me parece contradictorio que haya una chimenea de humo en un espacio que se supone natural como es la Plaza”.
Después de debatir unos minutos sobre el alcance de las decisiones que se pueden tomar en la asamblea, se concluyó que en la próxima semana advertiremos a todas las usuarias de que el espacio vuelve a ser un espacio libre de humos de verdad, es decir sin zona de fumadoras."