Esta mañana se presentó de manera espontánea un antropólogo que estaba elaborando una tesis sobre los colectivos sociales de Madrid que desarrollaban proyectos en los ejes de sostenibilidad y participación ciudadana.
Tras una breve charla durante la que le contamos nuestros orígenes, idearios,...se mesó los cabellos y nos preguntó con voz impostada cuál era nuestro techo, el punto máximo que aspirábamos alcanzar con nuestro proyecto.
Le contestamos que nuestro techo es silvestre, a veces verde, otras pardo. No entendió las respuesta.
Le invitamos a seguirnos y a mirar por encima de nuestro hombro. Aún entendía menos.
Le acompañamos a nuestro contenedor verde, donde guardamos las herramientas. Le señalamos las escaleras ubicadas en uno de los laterales y le dijimos: " Sube y mira"
Y descubrió nuestro techo verde silvestre, colonizado por especies espontáneas que se posaron en la parte superior del contenedor para refrescarnos en verano.
El antropólogo hizo unas fotos desde esa nueva perspectiva, bajó y continuó su camino.
Esta es una plaza es un espacio abierto a la biodiversidad.