Hace unos días, ante el cierre de la plaza por la alerta sanitaria, lanzamos a la comunidad placera el ejercicio de compartir sus pensamientos, sentimientos, reflexiones, de cómo sería nuestro día a día si la plaza no volviese a abrir la puerta una vez pasada esta situación de alarma.
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Nos llega el primer ejercicio. Alberto Peralta, miembro del grupo de gestión del espacio, nos lo cuenta así:
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"Ser parte de Esta es una plaza es una de las experiencias más divertidas y enriquecedoras que me han pasado en los últimos 10 años
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He sido consciente en pleno centro de Madrid de los ciclos de la naturaleza participando en el huerto comunitario; empecé a moverme en bicicleta por Madrid al conocer a personas que la utilizaban desde hace años como medio de transporte; he aprendido a a compostar los residuos orgánicos generados por un numeroso grupo de vecin@s; cambió mi modelo de alimentación al apuntarme a un grupo de consumo del barrio del que formaban parte varios placer@s; participé en proyectos colectivos 'ilusionantes' e innovadores como la construcción de una estructura de sombras con cañas, de un horno de adobe o la creación de un jardín salvaje que primaba la observación y el dejar hacer de la naturaleza sobre la acción del jardinero; he podido experimentar un modelo de ocio alternativo, sin consumo e intercambio de dinero.
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Pero sobre todo, me ha permitido conocer a numerosas personas de distintas edades, perfiles sociales, con numerosas inquietudes y visiones sobre la vida distintas a la mía. Con much@s de ell@s emprendí fuera de la plaza proyectos de activismo social, ambiental y artístico, incluso alguno con un carácter más profesional.
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Si una vez pasada esta crisis sanitaria la plaza no volviese a abrir por otros motivos (una orden municipal de abandonar el espacio, un repentino hastío de la comunidad que gestiona la plaza o porque viviésemos en un bucle como el protagonista del “Día de la marmota”) mi día a día sería más nublado, gris, perdería el nodo que me conecta con la naturaleza en la ciudad, con el aprendizaje colectivo, con la grandeza de fracasar experimentando.
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Si la plaza desapareciese me enfadaría mucho y dejaría de respirar. Pero antes de esta decisión madura, lucharía para que no pasase."
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Nos llega el primer ejercicio. Alberto Peralta, miembro del grupo de gestión del espacio, nos lo cuenta así:
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"Ser parte de Esta es una plaza es una de las experiencias más divertidas y enriquecedoras que me han pasado en los últimos 10 años
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He sido consciente en pleno centro de Madrid de los ciclos de la naturaleza participando en el huerto comunitario; empecé a moverme en bicicleta por Madrid al conocer a personas que la utilizaban desde hace años como medio de transporte; he aprendido a a compostar los residuos orgánicos generados por un numeroso grupo de vecin@s; cambió mi modelo de alimentación al apuntarme a un grupo de consumo del barrio del que formaban parte varios placer@s; participé en proyectos colectivos 'ilusionantes' e innovadores como la construcción de una estructura de sombras con cañas, de un horno de adobe o la creación de un jardín salvaje que primaba la observación y el dejar hacer de la naturaleza sobre la acción del jardinero; he podido experimentar un modelo de ocio alternativo, sin consumo e intercambio de dinero.
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Pero sobre todo, me ha permitido conocer a numerosas personas de distintas edades, perfiles sociales, con numerosas inquietudes y visiones sobre la vida distintas a la mía. Con much@s de ell@s emprendí fuera de la plaza proyectos de activismo social, ambiental y artístico, incluso alguno con un carácter más profesional.
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Si una vez pasada esta crisis sanitaria la plaza no volviese a abrir por otros motivos (una orden municipal de abandonar el espacio, un repentino hastío de la comunidad que gestiona la plaza o porque viviésemos en un bucle como el protagonista del “Día de la marmota”) mi día a día sería más nublado, gris, perdería el nodo que me conecta con la naturaleza en la ciudad, con el aprendizaje colectivo, con la grandeza de fracasar experimentando.
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Si la plaza desapareciese me enfadaría mucho y dejaría de respirar. Pero antes de esta decisión madura, lucharía para que no pasase."
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