Ayer pasé un momento agridulce cuando entré en nuestro jardín.
Me gustó ver como los niños se habían entretenido con la novedad de la nieve que aún permanecía blandita en Esta es una plaza:
Hasta el original muñeco me sacó una sonrisilla:
Y cabreada y triste a la vez por ver como la mayor parte de los bancales habían sido pisoteados.