El grupo de compostadores de nuestro jardín comunitario lleva desde octubre cuidando los restos orgánicos que traemos a la plaza para convertirlos en abono orgánico.
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Durante este tiempo se han encargado de trocear bien los restos, ver que no había impropios (plásticos, restos de pan, restos de carne o pescado) y retirarlos si era el caso; comprobrar que la masa de compostaje no estaba húmeda (esto provocaría malos olores y un proceso anaeróbico, en vez de aeróbico que mataría a las bacterias "buenas" que descomponen los restos orgánicos); si se la encontraban húmeda añadían seca y aireaban para equilibrarla...
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Y como resultado de este mimo hemos llegado a la etapa final. Los restos orgánicos del vecindario se han convertido en un compost que huele a bosque.
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El jueves 26 de febrero abrimos la compostera, la vaciamos y le dimos un último volteo para que se airease y secase. Aún está algo húmeda, así que vamos a dejar reposar la masa en la compostera durante un mes para que se seque. Después lo cribaremos y obtendremos un compost de "alta cálida".
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Para ello, os informamos de que NO ECHÉIS MÁS RESTOS FRESCOS EN LA COMPOSTERA QUE ESTÁ JUNTO AL BIDÓN AZUL.
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Tal como os comentamos en un post anterior, este es el protocolo para llevar restos orgánicos a nuestras composteras:
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1. Vaciar los restos en el bidón azul.
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2. Si el bidón azul está lleno, echad los restos en la compostera situada más a la izquierda (tenemos 2 composteras. La del centro es la que vamos a dejar en reposo. La situada a la izquierda de ésta es en la que tenéis que echarlos)
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3. Cuando echéis restos directamente a la compostera de la izquierda, añadid una cantidad proporcional de materia seca. Esto además de compensar la humedad de vuestros restos, sirve para no atraer moscas.La materia seca son hojas, restos de poda, que están en unos capazos junto a la compostera.
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Durante este tiempo se han encargado de trocear bien los restos, ver que no había impropios (plásticos, restos de pan, restos de carne o pescado) y retirarlos si era el caso; comprobrar que la masa de compostaje no estaba húmeda (esto provocaría malos olores y un proceso anaeróbico, en vez de aeróbico que mataría a las bacterias "buenas" que descomponen los restos orgánicos); si se la encontraban húmeda añadían seca y aireaban para equilibrarla...
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Y como resultado de este mimo hemos llegado a la etapa final. Los restos orgánicos del vecindario se han convertido en un compost que huele a bosque.
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El jueves 26 de febrero abrimos la compostera, la vaciamos y le dimos un último volteo para que se airease y secase. Aún está algo húmeda, así que vamos a dejar reposar la masa en la compostera durante un mes para que se seque. Después lo cribaremos y obtendremos un compost de "alta cálida".
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Para ello, os informamos de que NO ECHÉIS MÁS RESTOS FRESCOS EN LA COMPOSTERA QUE ESTÁ JUNTO AL BIDÓN AZUL.
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Tal como os comentamos en un post anterior, este es el protocolo para llevar restos orgánicos a nuestras composteras:
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1. Vaciar los restos en el bidón azul.
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2. Si el bidón azul está lleno, echad los restos en la compostera situada más a la izquierda (tenemos 2 composteras. La del centro es la que vamos a dejar en reposo. La situada a la izquierda de ésta es en la que tenéis que echarlos)
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3. Cuando echéis restos directamente a la compostera de la izquierda, añadid una cantidad proporcional de materia seca. Esto además de compensar la humedad de vuestros restos, sirve para no atraer moscas.La materia seca son hojas, restos de poda, que están en unos capazos junto a la compostera.
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