es un ser animado casi invisible, ausente ante la presencia 
humana en la plaza. Antes de este futuro distópico que estamos viviendo,
 sabíamos de su existencia por los signos que nos dejaba por el jardín: 
acelgas roídas, huellas sobre la arena de los bancales, retales de 
pelaje enganchados en los rosales....
La forzosa ausencia humana de estas semanas le ha hecho más presente. Ha estado siempre ahí, sólo bastaba pasar el canto 
Enrique también nos ha querido dejar sus sentimientos, reflexiones 
sobre su día  día, y cómo sería su vida  si la plaza desapareciese
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Nos llega el quinto ejercicio. ENRIQUE, nos lo cuenta así:
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"Me sabe mal que estéis encerrados en casa, sin poder disfrutar de este 
jardín maravilloso al que llegué como un refugiado, fue un camino duro: 
zizageando entre coches, esquivando a perros callejeros, durmiendo bajo 
contenedores con olor a azufre...hasta que llegue a la plaza.
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Aquí me siento como Alicia en el País de la maravillas, más bien como la
 versión antípoda de la Cenicienta del cuento. A las 00:00, cuando ya no
 estáis, al amparo de la oscuridad, salgo a disfrutar, a pasear sin 
mirar atrás.
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Os doy las gracias por lo bien cuidado que lo 
tenéis. Me he vuelto un roedor ecológico (qué ricas las acelgas y los 
cogollos de lechuga de Tudela), empiezo a apreciar el arte urbano, me 
mantengo en forma saltando por estos bancos tan chulos que os he visto 
construir con trozos de maderas que habéis rescatado del vertedero, y 
casi al amanecer, antes de que vengáis los más madrugadores, me tumbo 
sobre el arenero mirando al cielo.
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Aunque me siento como un 
marajá disfrutando en solitario de este edén, espero que pronto podáis 
salir a compartir el jardín conmigo, desde mi ausencia.
Ya sabéis
 que estoy aquí, ¿podríamos convivir ahora que sabéis que existo?
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Estoy 
asustado, unos parientes de Castilla y León me han contado que allí, a 
pesar de la alerta sanitaria, 
autorizan a los cazadores en grupos de cuatro a exterminarnos.
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Si la plaza desapareciese volvería a vivir con miedo, a ser un refugiado
 siempre en tránsito. He oído, escondido bajo las gradas del teatro, 
donde os reunís algunos domingos a debatir, que si el solar fuese zona 
verde nunca nos podrían echar.
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Voy a soñar en verde para que todo esto pase y lo que venga sea mejor."
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Ante el cierre de la plaza por la alerta sanitaria, lanzamos a la 
comunidad placera el ejercicio de compartir sus pensamientos, 
sentimientos, reflexiones, de cómo sería nuestro día a día si la plaza 
no volviese a abrir la puerta una vez pasada esta situación de alarma. ¡Mándanos el tuyo!